“La autonomía no es algo que uno encuentra, es algo que uno crea” – Thomas Szasz
En esta nueva realidad debido a la pandemia que nos acompaña desde finales del año 2019, nos centraremos en abordar el Desarrollo Personal desde la formación del Trabajador Social, es por ello que nuestra reflexión apunta a su importancia e impacto como una contribución al profesional y a su visión holística.
Entonces, ¿Qué es Desarrollo Personal?, al respecto lo entendemos como el proceso que inicia con el autoanálisis para conocer nuestras fortalezas y superar nuestras debilidades, permitiéndonos crecer en talentos, cualidades y competencias; brindándonos así un estado de equilibrio y bienestar mental, emocional y físico.
Y en esta línea tomaremos lo que Maslow denomina “la autorrealización” como la satisfacción de haber logrado y cumplido una o más metas personales que son parte del desarrollo y del potencial humano. A través de la autorrealización, los individuos exponen sus capacidades, habilidades o talentos al máximo para ser y hacer lo que se proponen. Es decir, se refiere al logro de un objetivo personal a través del cual se puede contemplar la felicidad.
Para lograr ambos procesos consideramos pertinente, dedicarle un tiempo a la elaboración de un FODA personal, un compromiso con uno mismo, así como la Identificación de límites y barreras que impiden el desarrollo personal.
Para lograrlo es conveniente tener claro que un error o fracaso, siempre involucra un aprendizaje y por ello no debemos ser severos con uno mismo, las personas no se equivocan con intención o a propósito, por el contrario, estos hechos dejan una lección que nos da mayor conocimiento frente a futuras situaciones, queda en el Trabajador Social continuar con su desarrollo personal.
Adicional a lo antes mencionado, el plan de vida tiene un rol vital en el desarrollo humano, pues nos permite establecer claramente nuestros objetivos, valores, misión y visión personales, esto conlleva a establecer metas a corto, mediano y largo plazo desde el supuesto hasta su materialización y debe ser revisado periódicamente.
¿Qué competencias debería desarrollar hoy en día el Trabajador Social?
El Trabajador Social de hoy deberá interiorizar competencias tales como emprendimiento, orientación vocacional, vocación de servicio, autodirección, autodisciplina, proactividad, autoeficacia, motivación e inteligencia emocional.
Aquí quisiéramos referimos a una competencia necesaria para todo profesional, en especial en los Trabajadores Sociales, la cual es definida por Carlant como “el emprendedor es un individuo con necesidades de cumplimiento, dependencia, gusto por el riesgo y sentimiento por controlar su destino”.
Asimismo, para John Kao sus principales características, son las siguientes:
- Compromiso, determinación y perseverancia.
- Capacidad para alcanzar metas.
- Orientación a los resultados y oportunidades.
- Iniciativa y responsabilidad.
- Persistencia en la solución de problemas.
- Tener confianza en sí mismo.
- Poseer altos niveles de energía.
- Búsqueda constante de retroalimentación.
- Tener control interno alto.
- Asumir riesgos calculados.
- Tener integridad y confiabilidad.
- Poseer tolerancia al cambio.
Finalmente, el Trabajador Social deberá tener accionar inclusivo, equitativo y participativo, con actitud positiva y carácter colaborativo y crítico ante la realidad problemática a abordar. Cabe señalar que nuestra intervención profesional sumará en los diversos equipos interdisciplinarios donde participe siempre en beneficio de las poblaciones vulnerables y grupos sociales de riesgo.
Graduada de la Maestría de organización y dirección de personas.