Nuestras tareas pendientes…

Rocío Ames | Estratega de Marca Personal, Presencia ejecutiva y Networking y Jefe de Esan Alumni – Career Services

El día internacional de la mujer fue institucionalizado por la ONU en 1975 para reivindicar la lucha de las mujeres porque se les reconozcan los derechos a ejercer una actividad laboral. De ahí a la fecha han pasado décadas, en las cuales aun cuando hemos ido ocupando mayores y mejores posiciones todavía no encontramos la equidad e igualdad para competir de igual a igual en posiciones – principalmente- de alta dirección.

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Y si bien hemos ido ganando posiciones profesionales, incluso en sectores e industrias reservadas para el talento masculino, hoy el desafío es mayor. En términos de capacitación las mujeres somos conscientes que estar actualizadas es imperativo para seguir siendo competitivas. Pero el trabajo no termina en obtener un ascenso, el verdadero trabajo muchas veces postergado es centrarnos en desarrollar un plan de carrera o de metas como se prefiera llamarlo. ¿Por qué? A una mujer le sirve porque la “centra” en tener claro que desea obtener y los tiempos para lograrlo. Las consideraciones que debe tener en cuenta una mujer no se rigen solo al ámbito profesional, es una combinación que abarca el ámbito personal. Y que se refleja no solo en un proceso de selección sino también al optar por un ascenso. (edad, estado civil, familia…)

¿Significa esto que debemos “sacrificar” los sueños y el crecimiento para darle espacio al ámbito personal?

En principio no lo llamaría sacrificio, sino opciones y prioridades, donde el trabajo importante es identificar el tipo de organización que permitirá por cultura, valores y visión tener entre sus filas a una profesional con un plan de vida, con competencias relevantes, experiencia y conocimiento destacado y que imprimirá a la organización una mirada y una oportunidad de crecimiento sostenido. Nos deben contratar por ello, no por llegar a una cuota, o por ser mujeres, si no mas bien y sobre todo porque es claro y diferenciado el valor que agregamos a la institución que nos contrate.

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Las tareas pendientes:

Del lado de las mujeres: gestionar con convicción, sin miedos y con decisión el futuro profesional-personal, encontrando el propósito que inspire las decisiones y donde el talento pueda brillar, cualquiera sea el sector elegido. Hacerse cargo de la carrera, no delegarla a ningún superior, es muy riesgosa esta posición. Establecer metas claras y momentos para alcanzarlas y mantenerse vigilante a las demandas del mercado.

Del lado de la sociedad: Abrir espacios de participación igualitarios valorando el talento, la experiencia y el conocimiento, sin temor a contratar talento femenino pensando que en algún momento dará mas espacio a su rol familiar.

Finalmente, este no es un día para celebrar es para recordar a quienes trazaron un camino que permitiera a las mujeres ocupar un espacio en la sociedad, y para reafirmar un compromiso de trabajar en acortar las brechas existentes para que futuras generaciones puedan acceder de forma equitativa a ocupar posiciones de todo nivel en el mundo profesional.